Diario de Burgos (28-6-2010)
Frías / Tradiciones
El Capitán toma el mando
La villa de Frías recrea un episodio histórico del siglo XV que liberó al municipio de la mano de los Velasco

 

  •La villa de Frías ha rememorado este fin de semana la Fiesta del Capitán, un episodio histórico que data del siglo XV, y que actualmente se ha convertido en una fiesta de Interés Turístico Regional. La Fiesta del Capitán recuerda la forja de un capitán rebelde que liberó a la ciudad de Frías del dominio de los Velasco, familia de condes que tomaron la localidad a la fuerza durante 1446, después de que el rey Juan II hubiese concedido a Frías el título de ciudad.
Desde primeras horas de la tarde del sábado, la localidad de Frías participó en los actos de elección del Capitán, tarea que cada año recae en un vecino del municipio, que tiene que demostrar sus destrezas en el revoloteo de la bandera ante el público asistente. Dulzaineros, danzantes y miembros de la corporación, trasladaron la bandera desde el Ayuntamiento para después dirigirse hacia la fortaleza de Frías, un castillo que custodia toda la localidad.
El castillo de Frías se convirtió en el escenario perfecto para elegir capitán. Cuatro vecinos hicieron volar la bandera con los colores del municipio entre aplausos y el sonido de la dulzaina. Al compás de la música, los aspirantes a Capitán fueron levantando poco a poco la bandera de lado a lado dando tres vueltas en cada uno de los lados. Ataviados con un gorro y un fajín, los cuatro participantes demostraron los méritos por los que deben ser elegidos.
Este año, la labor ha sido desempeñada por José Antonio Arnáiz, un conocedor ‘al dedillo’ de un papel que ha desempeñado en otras tres ocasiones. Él fue el encargado de hacer volar la bandera en un acto en el que, según destacó es necesario combinar la maña y la precisión del movimiento de los brazos.
La Fiesta del Capitán es una de las citas más vistosas de toda la provincia. El alcalde, Luis Arnáiz, manifestó a Ical que la fiesta, además de ser un importante foco de atracción turística, revierte en un importante aumento en el número de visitantes que se acercan a ver el Castillo de Frías. En el último año pasaron por este monumento alrededor de 35.000 personas, un buen dato que asegura la supervivencia de una población que, en gran medida, depende del turismo. Precisamente, durante este fin de semana, se ha registrado un importante numero de visitantes que han asistido a un programa de actos que trata de devolver a la memoria la respuesta que los fredenses tuvieron en el siglo XV ante una subida de impuestos impuesta por el conde de Haro, que había tomado la localidad por la fuerza después de que el rey Juan II hubiera liberado a la misma al nombrarla ciudad. Rebeldía y coraje, son las dotas predominantes de un hecho histórico que se ha convertido en una cita que reúne a vecinos y turistas.