En una jornada llena de alegría y tradición, la comunidad de Frías se reunió el pasado 20 de enero para celebrar la festividad de San Sebastián. Los residentes locales se sumergieron en una serie de eventos festivos que destacaron la rica historia y cultura de la región.
La jornada comenzó con el chocolate en Casa de Angelines y prosiguió con un divertido pasacalles que recorrió las principales calles de Frías, desde las Eras hasta San Vicente. Vecinos de todas las edades se unieron para presenciar la procesión, donde la música festiva contagió de buena energía a la comunidad.
La iglesia de San Vicente Mártir fue el epicentro de la celebración, donde se llevó a cabo la Misa Mayor en honor a San Sebastián. Los feligreses se congregaron para participar en la ceremonia religiosa, brindando sus oraciones y agradecimientos. La atmósfera resonaba con devoción, creando un momento emotivo para todos los presentes.
Acto seguido, se llevó a cabo la entrega de premios, donde se reconoció la destacada colaboración de Fernando Alonso, un miembro apreciado de la comunidad que ha contribuido de manera significativa al bienestar y desarrollo de Frías. Su dedicación fue aplaudida por los asistentes, quienes expresaron su gratitud por su compromiso continuo. Además, se otorgaron premios especiales a las dos personas más longevas de Frías, José Raimundo e Isabel Artiguez. En reconocimiento a su sabiduría, experiencia y contribuciones a lo largo de los años, la comunidad rindió homenaje a estas dos figuras venerables, honrándolas por su valioso legado.
La competencia amistosa también fue parte integral de la celebración, con un animado campeonato de Mus y Tute que atrajo a participantes de todas las edades. La emoción llenó el aire mientras los jugadores demostraban sus habilidades en estas tradicionales competiciones de cartas.
La Fiesta de San Sebastián en Frías se convirtió no solo en un evento festivo, sino en una manifestación vibrante de la unidad comunitaria y la conexión entre generaciones. La jornada concluyó con una cena, risas compartidas y la promesa de continuar preservando y celebrando las tradiciones que hacen única nuestra querida localidad de Frías.